Autor: Gregorio Harguindey Bernaldo de Quirós
Recuerdo de mi clase, en la que pasé nueve cursos, al afable chico que nunca se quedaba a los castigos, porque perdería el tren, razonando sobre Dictadura vs. Democracia, con la disculpa de la pugna entre Mario y Sila. (Creo que eran ésos).
Recuerdo de mi clase, en la que pasé nueve cursos, al afable chico que nunca se quedaba a los castigos, porque perdería el tren, razonando sobre Dictadura vs. Democracia, con la disculpa de la pugna entre Mario y Sila. (Creo que eran ésos).
Recuerdo al buen portero patinador, escribiendo unos relatos cortos, en una estupenda prosa poética, sobre la guapísima vecina que vio, dejó de ver, o no había visto nunca.
Recuerdo al "por siempre" primero de la clase tan sencillo, tan jovial y tan buen compañero.
Recuerdo a todos los demás, con los que pasé tantos ratos buenos, malos y sobre todo regulares.
Siempre buenos compañeros y estupendos chicos.
Y ahora pienso:
Aunque solo nos mostraron una cara de la moneda, creo que nos enseñaron a pensar con nuestra cabeza. Y estos chicos....
¿Qué opinarán de esta Iglesia? ¿Qué opinarán de estos dirigentes políticos?
Opinéis lo que opinéis, os deseo mucha felicidad.
Un beso
Lector.
RUEGO: ¡Dejad "¿Quién se ha llevado mi queso"? y similares para leer "El Amor Verdadero" del famoso compañero de la "C", Guelbenzu.
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