viernes, 20 de mayo de 2011

Ejercicio 30. POEMA 61

Autor: Luis Suárez de Lezo Cruz -  Conde




Hace cincuenta años salí
de un colegio fenomenal,
en el que pude conseguir
 mi desarrollo personal.

Siete cursos  yo viví
junto a amigos de mi edad,
junto a gente que sentí
me quería de verdad.

En Areneros  crecí
y , en El Recuerdo, soñar
con una vida feliz
y el éxito profesional.

Allí es donde yo aprendí
con profesores sin par.
Unos, de carácter religioso,
otros de carácter seglar.

Con Medina, sonreir
si de Nefertitis  hablar.
Bella, solía decir,
bellísima, al exagerar.

Con Tizas, tener que huir
si la tiza iba a arrojar;
y con Rubín conocí
éste u otro radical.

Con De Diego me sentí
una persona fatal,
al llegar a confundir
mi apellido natal.

Ante mi protesta formal,
para a la tarima salir,
mis apellidos quiso nombrar
y mi primo, al decidir
levantarse por igual,
de la clase hubo de ir
y yo le seguí a la par.

Dignidades conseguí,
Tribuno llegué a alcanzar,
las pelotas distribuí
y ,a las clases, tiempo robar.

Hoy, al cole vuelvo a ir
y  a mis compis recordar.
Los  jueves  toca  reír,
comer, beber y charlar.

¡Qué jueves tan divertidos!
¡qué historias tan suculentas,
truculentas y contentas!
que cuentan lo que hemos sido.

Aunque ya pesen las canas,
a mí me mueven las ganas
del almuerzo de Areneros.
¡Muero de ilusión por veros, compañeros………… compañeros!








jueves, 19 de mayo de 2011

Ejercicio 29. ARENEROS

        Autor: Gonzalo Simo Muerza


Medio siglo y me encuentro dibujando
con imprecisos versos un boceto
en  el espacio breve de un soneto,
los años que ahora estamos celebrando.

La misa y el recreo recordando
las filas, la gimnasia o el secreto
de una ecuación difícil, y en concreto,
a la pureza siempre respetando.

Baselga, Malfaz, Páramo, Vicente,
el recuerdo querido de un amigo,
Terol, Luceño, y tantos en mi mente,

suelen sonreír cuando están conmigo,
olvidando el dolor que de repente
dejó algún balonazo en el ombligo.

Ejercicio 28. QUERIDO JOSÉ LUIS

Autor: Carlos Fernández - Prida Méndez -Núñez
Desde luego hay que reconocer todo el interés que te estás tomando en este proyecto. Realmente encomiable.

En mi caso concreto, no es que no quiera colaborar en el mismo sino que algunas circunstancias personales no me facilitan para nada poder cumplir tus deseos.

Yo, una vez al año, viajo a Argentina, donde viví varios años, y procuro aprovechar hasta el último minuto de mi estadía para resolver diferentes intereses que aún me unen a este país. Desgraciadamente este proyecto que lideras está coincidiendo en fechas con mi viaje y me resulta prácticamente imposible dedicar las horas, y sobre todo la tranquilidad, para poder poner de manifiesto mis habilidades literarias.

De cualquier forma espero regresar a tiempo para la celebración del aniversario y te prometo que para el centenario tendrás un sólido trabajo literario signado por el que esto suscribe.

Un fuerte abrazo,

Ejercicio 27. BODAS DE ORO ARENEROS 1961

Autor: José María Mazarrasa Martín-Artajo
 
La verdad, la pura verdad, es que no sé muy bien  por qué estoy escribiendo esto.

¿Cumplir 50 años de la salida del colegio es algo que merezca ser festejado?  ¿Pero… por qué?
Me imagino que de todos nosotros los que recordamos lo pasado hace  50 años (¡Mamma mía!), habrá una parte  que, por variopintas razones, no se lo pasaron nada bien en el colegio. Ergo… ¿Por qué festejar y traer a la memoria infaustos recuerdos?
Otra parte de entre nosotros, y espero que sea la mayoría, se lo pasaron divinamente en el Colegio. Pues no entiendo por qué se fueron, ya que se lo estaban pasando bien, y entiendo menos  que festejen, 50 años después, el  haberse ido de un sitio que les era grato y placentero, sustituyéndolo por una vida normalmente asquerosa, llena de trabajos espantosos, jefes despreciables e inútiles y suegras viles y pendencieras, sin contar los novios de nuestras hijas, vagos, maleantes y gentes de mal vivir.
Y  “last but not least”, supongo que también habría una parte de entre nosotros que ni fú ni fá. Que el Colegio se la refanfinflaba. Que lo mismo que estaban en el Colegio, podían haber estado en el Instituto Social de la Marina o la Secretaría General  de Ensidesa, por poner unos ejemplos comparativos.
Pues estos tampoco tendrían nada que festejar, en el caso de que se acordasen de lo que había pasado hace 50 años, cosa bastante improbable.
Pero el caso es que aquí estamos todos, a vueltas con los 50 años, que también son ganas de señalar con la que nos está cayendo encima.
Y además, escribiendo cositas al respecto.
¿Qué se puede decir de este evento? ¿Conviene decir algo o es mejor callar?
Yo he esperado hasta el final para enviar este churro de artículo, por el placer de ver los intentos de José Luís Mingo para animarnos a escribir. Es un portento de tío. ¡Qué imaginación! Cada uno de sus mensajes era una joya de la psicología de masas. Empezó siendo bondadoso e intentando motivarnos por las buenas a escribir. Se fue calentando poco a poco, pero, muy inteligentemente, no lo expresaba con la contundencia que hubiésemos merecido, y  sí haciendo gala de la buena educación recibida hace 50 años.
Y al final casi explota. Me encantaría poder haber visto su mente por dentro, porque estoy seguro que hubiese aprendido muchos insultos nuevos y rebuscados. José Luís es muy suyo.
No quiero dejar pasar un recuerdo, lo que todavía no tengo claro en qué sentido dicho recuerdo, para Javier Herrero. Es el verdadero artífice de estas Bodas de Oro. La verdad es que se lo ha currado. Ha trabajado mucho y ha  hecho trabajar a una barbaridad de gente. Conmigo no lo ha conseguido, pero el tío lo ha intentado con todas sus fuerzas. No te desanimes Javier. Te prometo que en las Bodas de Platino te echaré una manita.
Y ahora voy a aportar mi granito de arena a estos fastos semicentenarios.
En la cena del próximo día 4 de junio en el Club Mirasierra, yo propongo que los discursos versen sobre alguno o todos de los siguientes temas:
1.      La Próstata.
  • Generalidades.
  • Distintos tipos
  • Para qué coño debería servir y que es lo que en realidad hace.
Se abrirá un turno para exposiciones particulares de casos concretos.
2.      Gafas, lentillas y similares.
·         Vista de lejos (inexistente)
·         Vista cansada y lectura por sistema Braille.
·         Cataratas y sus misceláneas.
3.      Podologías y su problemática.
·         Plantillas eléctricas y mecánicas.
·         Prótesis diversas  plantarias.
·         Muletas y bastones
·         Sillas de ruedas. Modelos  tuneados.
4.      Las Alopecias.
        Antonio Oriol, Vicente Vizcaíno y Pedro Oñorbe, disertarán sobre el tema.

Solo puedo acabar, en la esperanza de no haberos dado mucho la lata, deseándoos un próspero y feliz cumpleaños.
Con el más cariñoso de mis abrazos.
Un antiguo alumno.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Ejercicio 26. DEO GRATIAS

Autor: Valentín Corcés Pando
Las botas resuenan subiendo los escalones de madera camino hacia los "lugares". Los más expertos se limpian la mugre de las manos frotando las palmas ensalivadas hasta que sale la nauseabunda suciedad. En los patios cuadrangulares quedan los "Tribunas" pateando las pelotas de goma y orgullosos de mostrar su "dignidad". Después de la clase -que puede ser con don Agustín, don Rafael o el hermano Nemesio- corren por los tránsitos camino hacia el bar, donde Luciano despacha eficazmente chocolatines nestle, bocadillos alternativos o el nuevo refresco Kas. La tarde decae entre el olor de la fabrica Mahou y el ruido que producen los tranvías en su deslizamiento por el bulevar. Saben que mañana tienen gimnasia con el capitán Lallave, pequeño de estatura pero con aires marciales y que no perdona una, sobre todo, cuando se salta el caballo o cuando se falla en las volteretas sobre la cubierta del plinton. Se espera, también con nerviosismo, la lectura de las notas en el sótano habilitado pobremente para gimnasio y que nunca se usa para este efecto. Es el mismo recinto donde Cartago se enfrenta a Roma y donde se celebra el concurso anual de catequismo. En el salón de actos se proclaman las "dignidades", "príncipe", "brigadier", "tribuna"... cuyo broche de oro suele ser la zarzuela "El Rey que rabió" compuesta por el Maestro Chapín y que dirige el taciturno p. Cobas. El padre Baselga trae al colegio -Ojo, desde Alemania- los aparatos que recomienda el Señor Negro, el mismo que te martiriza con la formula del Cloruro sódico. Te acompañan escuadrones de maestrías, antes que su vocación zozobrara en los avatares de la vida. Cruzado, aspirante, congregante y ejercicios en Los Negrales. Excursiones a Boca del Asno, y ocasionalmente, a Gredas y, mas tarde, a la bolera bulevar. .. ASÍ, hasta que un día se abren las puertas que da a la calle de Santa Cruz de Mercenado y comienza la lidia de la vida a puerta gayola.

Un tal Borges sostiene que la memoria es una estructura circular que vuelve, en la cultura y en los individuos, una y otra vez. No entro a discutir sobre la veracidad de esta afirmación; en cualquier caso, estoy seguro que los recuerdos cuando caen en el alma como caen las palabras de oración, retornan envueltos en una dulce melancolía. Vale. Deo Gratias.

martes, 17 de mayo de 2011

Ejercicio 25. RECUERDOS COMPARTIDOS

 Autor: José Luis SG
Leyendo las composiciones, sorprendentemente leo la 18 y quedome anonadado, pues quien sea que sea el autor cuenta algo que podía haber referido yo, y que desde luego no soy el autor. 


 A mis padres en 4º después del primer trimestre, también les dijeron que mejor me fuera al Colegio Arana, pues en Areneros no aprobaría, que si lo hacia allí en junio podría regresar en 5º (obviamente siempre con la esperanza de que no aprobara), como resultó que no solo aprobé en junio sino que en la revalida obtuve notable, mi madre se empeño en que regresara, cosa que sucedió, donde me esperaba con muy mala leche el padre Sanz Escorial.

¿Quien es el que me acompaño en ese viaje? Sinceramente yo no le recuerdo.
 
Un abrazo a todos

lunes, 16 de mayo de 2011

Ejercicio 24. METÁFORA DE LA SONRISA


Autor: José Manuel Martínez Cenzano


 Cuando he recibido vuestra propuesta de participar en nuestra fiesta de medio siglo (parece más corto que “cincuenta años”) con una composición, no he podido por menos que recordar un pequeño cuento que publiqué en un libro de relatos en el año 2006. Ese cuento, en realidad, evocaba la firme creencia, que he mantenido durante todos estos años, de que la educación es el ejercicio humano que más iguala a las personas.

Obviamente, no cualquier educación. Ni siquiera dos educaciones iguales en apariencia son equivalentes si una carece de la voluntad de transformar el espíritu en beneficio de una actitud fraterna. Probablemente hoy, éste sea un término que suene más a sacristía que a reflexión social, pero lo que sí resulta cierto es que los ideólogos de la Revolución francesa, de la que seguimos siendo tributarios, lo elevaron al más alto rango en su declaración programática y lo situaron a la misma altura que la Libertad y la Igualdad.

Hoy disfrutamos de la Libertad, seguimos aspirando (con matices, y no de un modo unánime) a la Igualdad, pero, evidentemente, la Fraternidad ha sido sustituida por una permanente aspiración a que el Estado provea a algunos –los más necesitados- de ciertos mecanismos de compensación, que en ningún caso propone un escenario de compromiso personal.

Probablemente, hoy la Fraternidad se haya convertido en el sueño de los utópicos.

Pero volvamos al cuento: se titula “Metáfora de la sonrisa”. Lo transcribo para vosotros:


METÁFORA DE LA SONRISA

 “Como tantos otros, me he acostumbrado con los años al paisaje doméstico, en apariencia inmutable. Las sillas, los cuadros, la librería y el sofá conforman un ecosistema que garantiza la seguridad, en apariencia. Hasta la pecera, con sus hermosos peces de colores, forma parte del orden pactado, asumido. Quizá todo ello constituya el fundamento de la inercia.

Un día, sin embargo, todo cambió de modo inopinado. Sin razón aparente, observé con detenimiento los peces de mi vieja pecera. Debo decir que eran los peces de siempre, de brillantes colores, de cola nacarada, de suaves movimientos y no exentos de un punto de elegancia. Comprobé que el perfil de su boca formaba un arco descendente, dando lugar a una figura geométrica que representa, a mi entender, la antítesis de la sonrisa. Mis peces tenían, pues, un rictus de tristeza.

Una vez que hube constatado que no era ésta una situación coyuntural sino permanente, tomé una determinación, tras meditar largamente en busca de la razón de este fenómeno, que consideraba alarmante. Deduje que mis peces aparentaban tristeza por su falta de estímulo y la limitación de su habitáculo, a pesar de lo apacible de su vida, de su sosiego y de la garantía de supervivencia de la que gozaban.

Así pues, como ya he dicho, decidí devolver a mis peces su sonrisa. Tracé para ello un plan; es más, elaboré una verdadera epistemología basada en una educación para la sonrisa.
Dedique a su desarrollo varios días, sin tomarme descanso (debo decir que me entrego con vehemencia a mis ilusiones hasta el punto de hacerme perder mis referencias familiares, laborales, e incluso alimenticias).

Comencé leyéndoles “El Capital” y “La contribución a la crítica de la Economía Política” de Karl Marx. Les expliqué con detenimiento, los fundamentos del Liberalismo Social, según John Stuart Mill; hice para ellos un enjundioso comentario sobre un texto de Keynes y regalé (¿¡) sus oídos con unas citas, probablemente descontextualizadas, del “Universo abierto” de Popper. Mi educación teórica se remató con una profunda explicación sobre la risa en clave rigurosamente aristotélica.

En un segundo estadio, les enseñé la práctica de la respiración en un medio antinatural, hostil; a buscar alimento e incluso el sexo, y siguiendo las pautas dictadas por la Institución Libre de Enseñanza los llevé al río, en donde un joven con pelo revuelto y tejanos con agujero incorporado lavaba un lucio recién pescado. Pretendí, de ese modo, que adquirieran conciencia de los riesgos que entraña la vida en libertad.

Cuando consideré terminado el periodo de aprendizaje, vacié la pecera y los dejé sueltos en el salón. Durante unos días, los vi evolucionar en armonía con las condiciones de su nueva situación. Recuerdo que, incluso, una pareja de luchadores de Siam tuvo descendencia. Pero una triste mañana, descubrí que todos habían muerto.

He buscado largamente las razones de este desenlace. Todavía hoy carezco de la certeza suficiente como para defender una tesis. No obstante, sí tengo una intuición: mis peces murieron porque no tuve acierto en la elección de la ordenación del proceso educativo y olvidé que sólo se vive, sólo se sonríe, alimentando un sueño.”

                                                          _____________________


Hoy me pregunto ¿nos educaron para aspirar a un sueño? Cada cual debe responderse. Yo sigo recordando aquellos años que compartimos, con una mezcla de melancolía y asombro. Y haciéndome preguntas.

Un abrazo fuerte y feliz aniversario.

viernes, 13 de mayo de 2011

Ejercicio 23. ARENEROS 61

  Autor:    Pedro  Noëlle Tausent

….y ya han pasado 50 años y a lo largo de ellos un montón de vivencias.

Y si bien a mi me ha gustado siempre echar la vista hacia delante, en una ocasión como ésta, quieras que no, se te presentan y agolpan innumerables recuerdos de aquel periodo escolar en Areneros.

La recién iniciada trayectoria de mi vida experimentó un cambio de rumbo  con la muerte de mi padre en accidente de automóvil, que motivó el paso del Colegio Alemán, en el que estudiaba con mis hermanas, pues era mixto, a los Jesuitas de Alberto Aguilera, muy cercano a mi domicilio familiar.

Os podéis imaginar lo que hubo que mover y remover para lograr plaza en el cole, habida cuenta de la total ausencia de vínculos de ningún tipo con la “digna Institución” (mi ascendencia alemana así como el colegio del que procedía, podían, en el mejor de los casos, considerarse como atípicos pero desde luego nunca favorables).

Así en los primeros días de octubre del año 1956 (tercer curso) yo ingresaba triunfador (¿?) en ese “ordine nuovo”, lleno para mí de novedades de todo tipo, desde las religiosas hasta las más profanas.

Por supuesto me sometí sin dificultad a las rigurosas y silenciosas filas, en esos desplazamientos ordenados por las dependencias del colegio, pero me costó aceptar la jornada lectiva de las tardes dado que en el anterior cole sólo íbamos por la mañana.

Trascurrieron los primeros días sin grandes tropiezos y ocupado en las “relaciones sociales”, hasta que recibí la primera tarjeta amarilla: yo me había percatado que nada más salir al patio, el cura tocaba el pito y se formaba una fila (¡otra más!) cuyo destino yo ignoraba totalmente. Yo por el contrario, llevado de mi espíritu liberal, me acercaba al cuarto de baño cuando se me antojaba o más bien cuando mis propios sensores así me lo aconsejaban. Hete aquí que fui cazado y mi conducta afeada, si bien con justa levedad ante la ausencia de maldad alguna. ¡Aquel día comprendí  el noble objetivo de aquella llamada a “lugares”!.

En otro orden de cosas se me vino encima la Concertación de Catecismo; esto para mi se presentó como un escollo de difícil salvación dado mi absoluto desconocimiento de la materia.

Yo escuchaba asombrado a todos mis compañeros de curso, admirando el gran dominio que tenían del tema, con ese fluir ininterrumpido de preguntas y respuestas….hasta que llegaba mi turno, en el que aquél quedaba fatalmente roto, al mismo tiempo que concentraba numerosas miradas aviesas que provenían de la tribuna del Salón de Actos. Hice algunos intentos a base de las socorridas “chuletas“, pero dada la extensión del tema tengo que reconocer que con escaso éxito. Al final se apiadaron de mí y volvió la calma.

Otro elemento que recuerdo con mucha satisfacción fue el Campamento de Vinuesa, cuya máxima autoridad era el P. Baselga.

Yo hice lo posible por asistir cuatro años seguidos, a lo largo de los cuales tuve la espléndida oportunidad de establecer buenos lazos de amistad tanto  con el resto de grupos de mi curso así como de otros. Me vienen a la cabeza mil situaciones con Javier Herrero, Santiago del Hierro, Aberasturi y otros más….

Como compendio de todo un poco, la verdad es que el paso por el Colegio me llenó de satisfacciones y como citaba al principio, con tantos  buenos recuerdos y tantas anécdotas vividas.

Bueno, con esto voy a terminar no sin antes permitirme hacer una reflexión seguida de un consejo a todos mis compañeros de curso.

A lo largo de todos estos años me atrevería a decir que todos hemos sufrido una especie de metamorfosis: hemos pasado de un modelo en el que cada uno de nosotros éramos  el centro absoluto, a otra figura en la que al haberse incorporado la familia ese centro de gravedad se ha desplazado hacia nuestros hijos.

Bueno, y ahora ahí va el consejo: con el paso de los años perdemos capacidad de asunción de riesgos y nos volvemos menos audaces y más timoratos; para compensar este efecto pernicioso que nos trae la gravedad de los años, yo me he comprometido a mantener una ligera  dosis de irresponsabilidad en mis actos, lo que os recomiendo vivamente.

Se acabó de decir tonterías y me despido hasta el próximo 4 Jun.

Madrid    2011-05-12

Ejercicio 22. YAAAAAA!, TU TRANQUILO

Autor: Juan Ignacio Crespo Sánchez

Yaaaaaa!.. ya,tú tranquilo, Mr. Mingo, ten paciencia que llegar hasta aquí nos ha costado 50 años. Que esto no es ir a buscar a los hermanos chicos para llevarlos a escape al tren de los años 50 a Torrelodones.
Cuando en 1986 nos dimos cuenta de que habían pasado ya 25 años nos dijimos: ¡Que barbaridad!.. Y, cuando nos volvimos a encontrar. Puf!  que cambios. Quedaban entonces otros 25 para llegar a los 50 años y nos volvimos a decir: pues anda que no queda.

Es bonito haber llegado todos juntos a este momento, porque aquellos que nos faltan, están, porque siempre hay alguien que nos recuerde alguna trastada de alguno de ellos y, por si fuera poco, otros, trampeando la realidad, pondrán en su haber cualquier fechoría hecha por aquellos entonces y que se necesitaría a la juez de las novelas de José María Fernández Guelbenzu, alias José María Guelbenzu, para restablecer la verdadera realidad del hecho en sí.

Sigamos adelante con penas y alegrías intentando hacer la vida agradable a los más cercanos y ¡cómo no!, a todos los que nos vamos encontrando.

Para ti cascarrabias de los demonios recibe un fuerte abrazo junto a todos los demás compañeros de la PROMOCIÓN 1961 ARENEROS/RECUERDO

Ejercicio 21. EJERCICIO DE REDACCIÓN ARENEROS 1961-2011

Autor: José Luis García Calleja


A redactar me conmina José Luis Mingo Zapatero
Y supone para mí un verdadero desafío,
No sé si ponerme a ello,
Porque de mis habilidades no me fío.
...
Me gustó:

·        Los tutelares muros. Estaba a gusto dentro. Me sentía protegido.
·        Los desayunos. No he tomado pan y mantequilla que me supiera mejor que aquellos.
·         Las comidas. Me gustaba y me comía todo sin entrar en detalles. Y el parloteo con los compañeros de mesa.
·         El recreo de después de comer. ¡Vaya partidos!
·         Los jueves por la tarde. No sé si porque no había cole o porque me permitía ir al cole a jugar...
·         Las excursiones a El Pardo de los primeros años y a La Boca del Asno después. Eran verdaderas aventuras.
·         Las obras de teatro que se montaban en Navidad bajo la dirección, y el guión adaptado (hay que recordar que no se admitían personajes femeninos) del Padre Cobos.
·         Los ejercicios espirituales. No sé porqué.
·         Las actividades deportivas. Me apuntaba a todas.
·         Los compañeros. Sin excepción, personas de bien. No recuerdo ningún insulto, ya no digo pelea, ni de ida ni de vuelta, con ninguno,

No me gustó

·      La mayor parte de los profesores, tanto los seglares como los curas. No me llegué a sentir próximo a ninguno o eso creo ahora.
·      Las actividades religiosas regladas. Eran demasiadas.
·      La obsesión por el pecado. Resultaba agobiante e ininteligible.

Y a estas alturas, lo que me sigue gustando, y mucho, son los compañeros y el recuerdo de todo aquello.

Lope de Vega

Ejercicio 20. ANÉCDOTAS PINTORESCAS DE ARENEROS

Autor: Francisco Rodríguez Paino

En primer lugar pido disculpas por utilizar algunos nombres de participantes en las anécdotas sin su permiso.
Curso 54/55. Ejercicios espirituales con el Padre Guallart. Por la tarde y tratando de aterrorizar en la capilla de arriba, contaba sobre cómo era el infierno (para acojonamiento general) y dice:
"Estaba yo en Altos Hornos visitando con unos obreros la fábrica y pasamos por encima de un puente unos metros más arriba y debajo esperábamos la salida de la colada del horno; cuando salió ésta, un calor y luz extraordinaria inundó el espacio y entonces le dije a un obrero.- Mira si te caes, peor es el infierno- hiJo.... Siiii, es como una bola de acero incandescente y en el centro túúú, hijo ... "
Corría el curso 54/55 (es decir 1º). Un día, un nmo se cagó en los pantalones y como era muy tímido le daba vergüenza pedir permiso para ir a lugares a cambiarse. El niño estaba evidentemente fastidiado y muerto de vergüenza.

En el recreo, consiguió que dos colegiales le acompañaran a compartir su pena y vergüenza y explorar por la parte donde estaba el lCAI.

De pronto uno de los dos colegiales, a título de salvador, le dijo "No te preocupes, el Padre Rector también se cagó de pequeño" y aquello hizo feliz al niño que se cagó y se fue a su casa con la peste.
El héroe salvador era Emilio Galván y el padre Rector era  Prieto.
Algún mes del 57/58 (4º Curso), el cura "guardés" era el P. Palomino que como recordareis, arreglaba relojes mientras vigilaba.
El P. Palomino solía sentarse en la mesa del profesor con las piernas cruzadas y siempre movía nervioso una pierna arriba y abajo, arriba y abajo. De repente un niño de la primera fila, justo debajo de la mesa de tarima, se tapó la nariz, indicando claramente que al P. Palomino le olían los pies fuertemente. La reacción fue inmediata, el cura le atizó una patada que afortunadamente el niño pudo esquivar.  El niño era Carlos Gutiérrez C. (conocido como "Fortalezas").

Curso del 60/61 en Chamartín. Estábamos en clase con el P. Medina (no me acuerdo que daba). Sabéis que al principio dejaba tiempo para estudiar mientras leía el Breviario y luego preguntaba.

Aquel día sacó a Santi Gª Entrecanales, el cuál había pedido prestada una medalla de la congregación (aquellas grandes ovaladas con cordón azul y blanco) ya que se sabía que P. Medina era indulgente con los congregantes. Santi se colgó la medalla haciéndola oscilar significativamente.

Entonces el P. Medina le dijo."Por qué llevas la medalla de la Congregación si no eres congregante?"

Santi, al verse pillado le dijo:" Padre. Ya lo sé, pero deseo tanto ser congregante… " y salvó la situación.

Después cuando le preguntó algo que no sabía dijo Santi: “Padre, es que ayer no pude estudiar porque mi hermana ha tenido un niño" y el P. Medina lo sentó excusándole.

Lo que el P. Medina no recordó es que la hermana de Santi había tenido otro niño el mes anterior.
Un fuerte abrazo a todos los colegiales.

Ejercicio 19. SONETO OPORTUNISTA, CON ACABADOS EN VOLAPIÉ

Autor: Ricardo Martín Lucas


Traté de redactar y fué un fracaso
 yo de letras y experto en otros temas
si me hubiérais pedido un teorema
triunfal habría salido de este paso

De ciencias, pocos hay en el Parnaso
y aún de letras, tan sólo está la crema
quizás pueda cumplir con un poema
muy mal medido y de color escaso

Dos cuartetos consumidos en llorar
y aún no he dicho nada del colegio
 mas recuerdo como algo singular

Aquello que hoy sería un sacrilegio
¡Nos dieron una sala de fumar!
¡Toma embrujo, hechizo o sortilegio!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Ejercicio 18. REDACCIÓN DEL COLEGIO


Autor: José Luis Alcalde

Nunca se me ocurrió que a estas alturas iba a revivir los años de colegio y llevo varios días dando vueltas recordando con dificultad lo que pueda yo aportar en esta redacción.

Me gusta leer cada día las  de compañeros y lo celebro porque lo paso muy  bien.

Acabo de leer la última y puedo decir que la célebre frase del Padre Amando Sanz Escorial “cuando yo  toque mi pito que nadie me toque las pelotas” sucedía en el patio pequeño al final de los recreos y éramos ya talluditos, en quinto.

En el colegio fui muy mediano, no me gustaba jugar al fútbol, ni baloncesto y gracias a pertenecer a la escolanía  que dirigía el Sr. Vilches, me libraba de la gimnasia. Lo pasaba fatal en la lectura de notas, naturalmente porque no eran buenas y terminado 3º mis padres acordaron con el P. Baselga, que era preferible que abandonase el colegio. Terminado cuarto y Reválida en una especie de sucursal del colegio que era el Arana en Claudio Coello, especialmente mi madre, removió lo que no está escrito para regresar al colegio en quinto con un examen previo en el despacho del padre Baselga, me matricularon.

De la disciplina del Arana al colegio era abismal, casi traumático. También daba clase allí el Sr. Rubín que de cuando en cuando se enfadaba, nos corregía “no me llamo Sr. Rubín, me llamo Pérez Rubín”

Yo era de desayuno, y recuerdo que los jueves los mediopensionistas merendaban cacahuetes, olía todo el colegio al tostado del fruto seco y me daba envidia. También recuerdo las concertaciones de catecismo en el salón de actos de abajo, desde  la lección una a la setenta y cinco, creo que llegando  a la 63 se obtenía el segundo premio, El Padre Cobos que presidía el acto  se solía dormir y se despertaba al final y eso nos divertía.

Conservo en el salón de casa varias  huchas del Domund, incluso una torre del Colegio, que creo se ganaba con una cifra recaudatoria de más de quinientas pesetas.

El mes de mayo se celebraba la Inmaculada de forma muy  especial, y creo recordar que el 31 cantábamos el rosario entero y  en fila de a uno  por los pasillos del colegio. Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio con  silencio absoluto de tres días  en Chamartín y Aranjuez en camarillas con lonas de puertas y orinal bajo la cama. ¡Qué cosas!

Pues bien, transcurridos más de 50 años de los que estuve en Areneros, a pesar de estar muy lejos de ser Excelencia de aprovechamiento ni   Dignidad de Conducta, ni jefe de fila ni edil ni nada de nada,  por tanto no haberlo pasado bien,  tengo que dar gracias a Dios y mis padres de la decisión que tuvieron de que fuese formado en mis años de juventud en Areneros y me considero un privilegiado.

Me sumo con mucho gusto a esta iniciativa de asistir a la celebración del próximo 4 de mayo en acción de gracias y estoy oyendo ya el inicio del himno del colegio

“Nos guía la Virgen Madre de Areneros hacia las Alturas……… “
Se me olvidaba decir  que lo pasaba muy bien con el desayuno de mantequilla dulce con  pan  y el tazón de café con leche.

martes, 10 de mayo de 2011

Ejercicio 17. REDACCIÓN ARENEROS 1961-2011


Autor: Miguel García -  Lomas Sanchiz

Llevo días pensando cómo enfocar la redacción del 50º Aniversario. Me vienen muchos recuerdos a la cabeza de esos años: la Sta. Misa a 1ª hora de la mañana, comidas (el 1er año de colegio desayunaba el que lo decía), clases, recreos, lectura de notas (Prefecto), excursiones, deportes, las obras de teatro en las fiestas Navideñas, el cine de los Domingos, y todos los actos que había el día de la Inmaculada. Se me olvidaba el campamento terminado el curso, estaba a 5Km del pueblo de Vinuesa, atravesado por el río Revinuesa, y cerca de los picos de Urbión (Soria).
Con todo el respeto a la Sta. Misa en la iglesia, no recuerdo el porqué, se armaban guirigáis en las confesiones.
Otro día subiendo a las clases (3er o 4º piso), comenzaron a caer miles de papelinos por el hueco de la escalera, con la consecuente bronca del P. Sanz Escorial.
En una excursión a Toledo, decidimos unos cuantos (10-15) que la visita era "por libre", y no aparecimos hasta la salida del autobús para Madrid. En la siguiente lectura de notas nos llevamos cero en Conducta y cero en Urbanidad.
Preparando un año el P.Cobos (Rector) las obras de teatro de Navidad, terminado el ensayo (no recuerdo como fue), quedo encerrado en el Salón de Actos aproximadamente hasta las 12 de la noche, que fue liberado por algún Padre o algún Maestrillo.
El cine de los Domingos, en el que cuando había alguna escena"3X" (llámese besos), automáticamente se paraba la peli, con el consecuente pataleo en las butacas.
Algunos días, el profesor de Química Sr. Rubín, era recibido a los acordes de la "Picolísima Serenata", tocada con instrumenta tales como: pupitre, guillet y lápiz. Otras veces para cambiar, hacíamos intercambio de cromos del álbum de ¿no recuerdo?, los cuales se dejaban en la carpeta de pasar lista.
Guardo un gratísimo recuerdo del Colegio de Areneros, y sigo teniendo mucha relación con el Colegio de la Inmaculada de Gijón.
Un abrazo para todos los compañeros